No hay evidencia de que el tabaco cure o trate ninguna condición médica. Por el contrario, el consumo de tabaco es una de las principales causas de enfermedades, discapacidades y muertes prevenibles en los Estados Unidos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), fumar cigarrillos mata a más de 480.000 personas cada año en los EE. UU., incluidas más de 41.000 personas que mueren por exposición al humo de segunda mano. El consumo de tabaco también aumenta el riesgo de sufrir una variedad de problemas de salud, como cáncer, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, enfermedades pulmonares, diabetes y enfermedades bucales.