¿Dónde se produce la implantación en el sistema reproductor femenino?

El proceso de implantación en los humanos ocurre dentro del sistema reproductor femenino, específicamente en el útero. Después de la fertilización de un óvulo por un espermatozoide, el cigoto resultante sufre divisiones celulares y se convierte en una bola hueca de células llamada blastocisto. Luego, el blastocisto viaja a través de las trompas de Falopio y entra al útero. Dentro del útero, el blastocisto encuentra un lugar adecuado y sufre el proceso de implantación.

Durante la implantación, la capa externa de células del blastocisto, conocida como trofoblasto, se adhiere al revestimiento interno del útero, llamado endometrio. Esta unión implica la erosión del revestimiento uterino y la formación de vasos sanguíneos que conectan el blastocisto con el sistema circulatorio materno. A través de estos vasos sanguíneos, el embrión en desarrollo comienza a recibir oxígeno y nutrientes del torrente sanguíneo de la madre.

La implantación suele realizarse entre 6 y 12 días después de la ovulación. Una vez que el blastocisto se ha implantado con éxito, el endometrio continúa engrosándose y desarrollándose para apoyar el crecimiento y desarrollo del embrión durante las primeras etapas del embarazo.