Si bien perforar los pezones puede estimular la producción de leche en algunos casos, no es una forma confiable ni recomendada de inducir la lactancia. Inducir la lactancia requiere de un proceso hormonal complejo que implica aumentar los niveles de prolactina y se puede lograr mediante ciertas intervenciones médicas o medicamentos específicos recetados por un profesional de la salud.