En biología, una cápsula es una capa de polisacáridos que rodea la pared celular de algunas bacterias. Está compuesto por carbohidratos complejos, como glucosa, galactosa y manosa, y es sintetizado por la célula. Las cápsulas son importantes para proteger a las bacterias del estrés ambiental, como la desecación, las temperaturas extremas y la exposición a productos químicos nocivos. También desempeñan un papel en la adhesión a superficies, la adquisición de nutrientes y la colonización de los tejidos del huésped. Además, las cápsulas pueden interferir con el sistema inmunológico del huésped, lo que facilita que las bacterias causen enfermedades.
En la industria farmacéutica, una cápsula es una forma farmacéutica sólida que consta de un pequeño recipiente de forma cilíndrica hecho de gelatina u otro material adecuado. Las cápsulas contienen un medicamento en polvo o líquido o una combinación de medicamentos y se toman por vía oral. La cápsula de gelatina se disuelve en el estómago y libera el fármaco para su absorción. Las cápsulas se utilizan a menudo para administrar medicamentos que tienen un sabor u olor desagradable o que son sensibles al ácido del estómago.