El sangrado de implantación, que es un sangrado leve que se produce cuando un óvulo fertilizado se implanta en el revestimiento del útero, suele ocurrir entre 6 y 12 días después de la ovulación y dura unos pocos días. Dado que experimenta sangrado y calambres 4 días después de tener relaciones sexuales y su período vence dentro de una semana, es poco probable que se trate de un sangrado de implantación. Es más probable que se trate de manchado, que es común durante el ciclo menstrual, o un signo de una afección subyacente como una infección o un desequilibrio hormonal. Si el sangrado y los calambres persisten o se vuelven intensos, es importante consultar a un médico para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.