¿Por qué se puede orinar después de que le quitaron la sonda de Foley?

Hay varias razones por las que puede orinar después de que le retiran una sonda de Foley:

Reanudación de la función de la vejiga:la sonda de Foley actúa como un tubo temporal que se coloca en la vejiga para drenar la orina y prevenir la incontinencia. Cuando se retira el catéter, se reanuda la función normal de la vejiga. La vejiga es un órgano muscular que puede expandirse y contraerse para almacenar y expulsar la orina. Una vez que se retira el catéter, la vejiga reanuda su ciclo regular de llenado y vaciado, lo que le permite orinar.

Alivio del bloqueo del catéter:a veces, el catéter de Foley puede causar un bloqueo en la abertura de la uretra, conocida como meato uretral, lo que dificulta que la orina fluya naturalmente. Cuando se retira el catéter, esta obstrucción se alivia, permitiendo que la orina fluya libremente a través de la uretra.

Recuperación del tono muscular:la inserción y presencia del catéter de Foley puede afectar el tono y la funcionalidad de los músculos del esfínter uretral. Estos músculos son responsables de controlar el flujo de orina. Cuando se retira el catéter, los músculos recuperan gradualmente su tono y fuerza normales, lo que le permite empezar a orinar con normalidad.

Urgencia urinaria:después de retirar el catéter, la vejiga puede sentirse llena y crear una necesidad urgente de orinar. Esto se debe a que la orina se ha ido acumulando durante el tiempo que estuvo colocado el catéter. La urgencia de orinar es una respuesta normal a la vejiga que está lista para vaciarse.

Técnicas de extracción del catéter:algunos profesionales médicos pueden utilizar técnicas específicas durante la extracción del catéter para minimizar las molestias y ayudar a orinar sin problemas después. Es posible que utilicen un agente anestésico o una gelatina lubricante para facilitar el proceso.

Período de recuperación:Después de retirar el catéter, su cuerpo puede tardar un poco en adaptarse y restaurar su función urinaria normal. Es posible que experimente algunos cambios temporales, como una sensación de ardor o una ligera molestia al orinar. Si tiene inquietudes o problemas persistentes, es importante que los hable con su proveedor de atención médica.