El cirujano general suele prescribir una combinación de analgésicos, medicamentos antiinflamatorios y antibióticos. El control del dolor se controla mediante el uso de analgésicos opioides y no opioides. Para reducir la inflamación y aliviar el dolor, se recetan medicamentos antiinflamatorios. Se recetan antibióticos para reducir el riesgo de infección y prevenir infecciones posquirúrgicas. La combinación específica de medicamentos dependerá de las necesidades individuales de cada paciente y del tipo de cirugía realizada.