Es normal experimentar un ligero sangrado o manchado durante unos días después de la cirugía de rectocele. Esto es causado por el proceso de curación a medida que la incisión quirúrgica cicatriza y el tejido se regenera. Sin embargo, debe informar inmediatamente a su médico si sangra grave o persistente, coagula excesivamente o cualquier otro síntoma inusual para su evaluación y tratamiento adecuado.