Medicina alternativa para el resfriado y la gripe

Muchas personas recurren a la medicina alternativa para el tratamiento de los síntomas del resfriado. Desafortunadamente, las vitaminas y las hierbas no han demostrado de manera concluyente que sean beneficiosas para los resfriados y la gripe sin efectos adversos. A continuación, se incluyen algunos ejemplos comúnmente utilizados y estudiados.

Echinacea

La equinácea es una hierba muy utilizada para el resfriado común y las enfermedades similares a la gripe, pero no hay estudios concluyentes sobre su efectividad y seguridad. Se realizó una revisión de 24 ensayos con más de 4,600 personas para probar el efecto de la equinácea en el tratamiento de los resfriados comunes. En general, se encontró que no hubo mucho efecto tanto para la prevención como para el tratamiento de un resfriado.

Algunas advertencias sobre la equinácea afirman que es un estimulante inmunológico, por lo que deben evitarse en personas con enfermedades autoinmunes como Artritis reumatoide, lupus o alergias severas. También puede causar algunas interacciones con otros medicamentos, así que asegúrese de consultar con su médico antes de tomar equinácea.

Vitaminas, minerales y probióticos

El zinc ha sido bien estudiado, y aunque puede reducir la duración de los síntomas de un resfriado, ha habido casos de pérdida permanente del olfato con aerosoles nasales de zinc.

La vitamina C se usa con mucha frecuencia con la esperanza de tratar y prevenir los resfriados. Como tratamiento, en una revisión de 2013 de 29 ensayos y 11,306 pacientes, hubo una pequeña reducción (8 por ciento) en la duración de los síntomas del resfriado a dosis de 200 miligramos por día. El uso de vitamina C para la prevención no ha demostrado ser efectivo, excepto en pacientes que hacen ejercicio vigorosamente, especialmente en condiciones extremas. Por ejemplo, en corredores de maratón, esquiadores y deportistas subárticos, hubo una disminución del 50 por ciento en la cantidad de resfriados al tomar vitamina C.

Respecto a la vitamina D, un estudio mostró menos resfriados en personas con niveles más altos de vitamina D . Sin embargo, otros dos estudios demostraron que no hubo diferencias entre los que tomaron suplementos de vitamina D versus una pastilla de azúcar (placebo).

Con respecto a los probióticos, un estudio de 2015 comparó el uso de probióticos con un placebo entre niños y adultos con resfriados, y los pacientes que tomaron probióticos tuvieron menos resfriados de corta duración. Sin embargo, creo que se necesitan más ensayos para estar seguros de esta afirmación.

Enjuague con agua salada y Neti Pot

El enjuague con agua salada puede ser útil para eliminar los virus y ayudar con la congestión, aunque es muy importante Que el agua utilizada sea destilada o hervida. Si no, hay un riesgo de infección en los senos que pueden viajar al cerebro. Los pacientes pueden comprar agua destilada o estéril, o los CDC recomiendan el agua del grifo solo si se ha hervido durante un minuto y luego se ha enfriado. (En altitudes elevadas, como más de 6,500 pies, hierva el agua durante tres minutos). Alternativamente, un filtro de agua diseñado para eliminar bacterias también se puede usar para esterilizar el agua del grifo. Mientras el agua sea estéril, los enjuagues sinusales se pueden hacer varias veces al día.

Honey

En 2012, un estudio publicado en la revista Pediatrics comparó una dosis de miel con un placebo sobre el efecto de tos nocturna y dificultad para dormir en niños con infecciones del tracto respiratorio superior (síntomas de resfrío en la garganta y más arriba).

Se usaron tres tipos de miel: miel de cítricos, miel de eucalipto y miel de labiatae. Este fue un estudio doble ciego en el que ninguna de las partes sabía si estaban recibiendo la miel o el placebo. Había 300 niños, todos los cuales habían estado enfermos durante siete días o menos. Los investigadores buscaban ver si se reducía la gravedad y la frecuencia de la tos y si los niños dormían mejor con la miel. Los resultados mostraron una mayor mejoría en el grupo tratado con miel. El estudio se realizó a lo largo de dos días. La conclusión fue que la miel puede ser un tratamiento para la tos y la dificultad para dormir asociada con infecciones del tracto respiratorio superior infantil. Advertencia: Nunca se debe dar miel a niños menores de 1 año, debido al riesgo de botulismo infantil.