Cómo hacer que los adolescentes se limpien después de sí mismos

Usted va y viene entre la limpieza de su hijo adolescente y la molesta para que lo haga después de sí misma y, sin embargo, ninguno de los métodos parece alentarla a que limpie por sí misma. Aunque puede llevar bastante tiempo y esfuerzo establecer hábitos positivos en sus adolescentes, vale la pena el esfuerzo; Las habilidades de organización que le enseña a su adolescente ahora pueden durar toda la vida. La clave es no frustrarse y rendirse antes de que la limpieza se convierta en un hábito para su adolescente.

Muéstrele a su adolescente el camino siendo un buen ejemplo. Procure retirarse cada día, incluso cuando esté agotado y piense que lavar los platos o guardar la ropa limpia puede esperar hasta la mañana. Su adolescente necesita ver que usted espera lo mismo de usted mismo que de él.

Detenga lo quejarse; en este punto, es un desperdicio de energía porque probablemente va por un oído y sale por el otro. En cambio, dé razones específicas con las que pueda relacionarse para explicar por qué es importante mantenerse organizada y ordenada; por ejemplo, le resulta más fácil encontrar su suéter favorito o sus pendientes perdidos.

Enseñe a su adolescente que limpiar después de sí mismo no se trata solo de tener un dormitorio organizado o una cocina ordenada, sino que se trata de ser responsable y al mismo tiempo ser respetuoso con los demás en el hogar.

Si no tiene suficiente tiempo para hacer la cama, guardar la ropa o lavar los platos, reduzca el horario de su hija. Reduzca las actividades externas para poder atender adecuadamente las actividades en el hogar.

Ofrezca refuerzo positivo. A veces los adolescentes sienten que todo lo que oyen son críticas. Elogie a su adolescente cuando cuelga su chaqueta o tira sus toallas sucias en la cesta para que pueda sentirse bien con sus esfuerzos.

Limpie con su adolescente y permítale seguir su ejemplo Las primeras veces, por lo que ve una manera organizada y sistemática de abordar un desastre. Ella debe participar contigo, no solo mirar.