Los niños y el castigo positivo
El castigo positivo es la práctica de agregar un castigo y se puede contrastar con el castigo negativo, que es el proceso de quitar algo agradable. Los tiempos de espera y las tareas adicionales son ejemplos de castigo positivo. Aunque las nalgadas pueden ser una forma de disciplina, la Academia Americana de Pediatría aconseja no azotar a los niños. El castigo positivo puede ser un componente efectivo del repertorio disciplinario de los padres.
Objetivos de castigo positivos
El castigo positivo nunca debe usarse como la estrategia de disciplina principal. Cuando los padres castigan a los niños con más frecuencia de lo que los recompensan, el comportamiento negativo puede empeorar. Esto, a su vez, aumenta la frecuencia del castigo. En su lugar, el castigo positivo se debe utilizar como método de último recurso. Los padres deben tener algo que respalde sus reglas, y este es el papel del castigo positivo. Cuando los padres usan un castigo positivo solo ocasionalmente, los niños entienden que el buen comportamiento es simplemente una mejor opción porque el mal comportamiento resultará en un tiempo fuera, tareas adicionales o incluso una multa pagada a los padres.
Castigo y opciones
Los niños tienden a prosperar en un entorno en el que ejercen cierto control. Esto no significa que los padres no deben tener reglas. En cambio, es más probable que los niños se comporten cuando sienten que el buen comportamiento es una elección que toman. Una forma de alentar esta opción es ofrecer recompensas por buen comportamiento y castigos por mal comportamiento. Esto hace que la elección de comportarse bien parezca una elección obvia y fácil. Además, un entorno en el que los niños son recompensados por hacer lo correcto o eliminar los malos hábitos es un ambiente amoroso y enriquecedor en el que sienten que su buen comportamiento se percibe y aprecia. El tiempo muerto es la forma más común de castigo positivo y es especialmente efectivo cuando los niños necesitan unos minutos para calmarse. Sin embargo, un tiempo muerto, por lo general, no es efectivo con una mala conducta a largo plazo, como mentir, beber o actuar en la escuela. Los padres deben tener un repertorio de castigos efectivos disponibles que se adapten a la falta del niño. Las tareas adicionales y el tiempo de soledad son frecuentemente efectivos con los niños más pequeños. Los padres de niños mayores deberían considerar cobrarles pequeñas "multas" o pedirles que realicen tareas adicionales durante una semana.
Advertencias de castigo positivo
Muchos padres usan castigos positivos de manera incorrecta. Por ejemplo, algunos padres obligan a sus hijos a leer en voz baja o hacer problemas verbales como castigo. Estos castigos pueden animar a los niños a comportarse mejor, pero crean otro problema. Cualquier cosa que se trate como un castigo se convertirá en algo que, en la mente del niño, es algo malo. Por lo tanto, los padres nunca deben tratar las actividades escolares, leer o ayudar a otros como castigos. Hacerlo hará que los niños se sientan menos inclinados a hacer estas cosas.