Grasas y testosterona
Su capacidad para producir testosterona depende en gran medida de su ingesta de grasas en la dieta. Independientemente del género, la producción de testosterona es fundamental para su salud y bienestar. La testosterona, es una hormona importante para el desarrollo muscular, así como para la cicatrización y recuperación de heridas, y también contribuye a la motivación, los sentimientos de bienestar y la libido. La deficiencia de testosterona puede ser un factor que contribuye a la disminución de la densidad mineral ósea.
Papel de la grasa
La grasa contiene colesterol, que su cuerpo convierte en hormonas esteroides. Esto incluye la testosterona, así como el estrógeno. Una dieta en la que menos del 20 por ciento de las calorías provenientes de la grasa limita la producción de testosterona de su cuerpo. Esto no significa que deba consumir una dieta cargada con grasas saturadas, sino que debe consumir grasas saludables y suficientes grasas para mantener la producción de hormonas.
Grasas saludables
Sus fuentes principales de grasas deben ser insaturadas y grasas monoinsaturadas. Los alimentos como las aceitunas y los aceites de oliva pueden formar una base saludable sobre la cual construir su dieta. Trate de obtener al menos el 20 por ciento de su ingesta dietética de grasas, según el "Journal of Steroid Biochemistry". Otras buenas fuentes incluyen las nueces, particularmente las nueces, que son altas en ácidos grasos omega-3. Los ácidos grasos omega-3 contribuyen a la conversión y producción de testosterona, así como a la síntesis de proteínas musculares. Las semillas como la semilla de lino, el girasol y el cártamo también proporcionan grasas saludables, incluidos los ácidos grasos omega 3.
Testosterona y ejercicio.
El ejercicio de intensidad moderada puede promover la descomposición de las proteínas musculares, y si sus niveles de testosterona son bajo porque está consumiendo una dieta baja en grasas, su capacidad para recuperarse del entrenamiento físico se verá comprometida.
Otros efectos de la testosterona
Los niveles de testosterona no son solo un marcador de su capacidad para desarrollar músculo, sino su capacidad para mantener los niveles más bajos de grasa corporal también. Si pierde masa muscular magra debido a una disminución en la producción de testosterona, su metabolismo disminuirá, lo que limita su capacidad de quemar grasa almacenada para obtener energía. Un estudio publicado en 2000 en "The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism" mostró que los niveles bajos de testosterona se correlacionaban con un aumento en los niveles de grasa corporal. La pérdida de densidad mineral ósea es algo que todos experimentan con la edad, especialmente si eres mujer. En un estudio realizado en 2009 en el "European Journal of Endocrinology", los investigadores demostraron que los niveles bajos de testosterona fueron los principales contribuyentes a la disminución de la densidad mineral ósea en mujeres posmenopáusicas.