¿Para qué se utiliza la creosota?

Creosota Es un líquido oscuro, viscoso, aceitoso y de fuerte olor que se produce por la destilación destructiva de madera, carbón o petróleo. Es una mezcla compleja de cientos de sustancias químicas, incluidos hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), fenoles y cresoles. La creosota se ha utilizado durante siglos como insecticida y conservante de la madera, y todavía se utiliza hoy en día para estos fines a pesar de las preocupaciones sobre su toxicidad.

Conservante de madera: La creosota es un conservante de la madera muy eficaz que puede proteger la madera de la podredumbre, los hongos, los insectos y los barrenadores marinos. Se aplica a la madera mediante un tratamiento a presión, que fuerza a la creosota a entrar en las células de la madera. La madera tratada con creosota se usa comúnmente para durmientes de ferrocarril, postes de servicios públicos, postes para cercas y otras estructuras al aire libre.

Insecticida: La creosota es un insecticida de amplio espectro eficaz contra una amplia gama de plagas, incluidas termitas, hormigas y escarabajos. Se aplica al suelo, la madera y otras superficies para matar insectos y evitar que infesten estas áreas.

Otros usos: La creosota también se ha utilizado como combustible, desinfectante y fuente de productos químicos. Sin embargo, su uso ha disminuido en los últimos años debido a la preocupación por su toxicidad.

Toxicidad: La creosota es una sustancia química tóxica que puede causar una variedad de problemas de salud, que incluyen irritación de la piel, problemas respiratorios y cáncer. También se sospecha que es carcinógeno humano, lo que significa que puede causar cáncer en humanos. La creosota debe utilizarse con precaución y sólo cuando no se disponga de otras alternativas menos tóxicas.