¿Qué pruebas diagnósticas se utilizan para diagnosticar la acromegalia?

La acromegalia es un trastorno hormonal que ocurre cuando la glándula pituitaria produce demasiada hormona del crecimiento (GH). Generalmente es causada por un tumor pituitario y se caracteriza por un crecimiento excesivo de los huesos y tejidos blandos, especialmente en las manos, los pies y la cara.

Comúnmente se utilizan varias pruebas de diagnóstico para diagnosticar la acromegalia. Estas son algunas de las pruebas clave:

1. Historial médico y examen físico :El médico preguntará sobre los síntomas y el historial médico de la persona y realizará un examen físico para buscar signos de acromegalia, como agrandamiento de manos, pies y rasgos faciales.

2. Prueba de nivel de hormona de crecimiento (GH) :Se realiza un análisis de sangre para medir los niveles de la hormona del crecimiento en la sangre. Los niveles altos de GH pueden indicar acromegalia.

3. Prueba del factor de crecimiento similar a la insulina 1 (IGF-1) :IGF-1 es una hormona producida en el hígado en respuesta a la hormona del crecimiento. Los niveles altos de IGF-1 también pueden sugerir acromegalia.

4. Prueba de tolerancia oral a la glucosa (OGTT) :Esta prueba consiste en medir los niveles de GH y/o IGF-1 después de que la persona bebe una bebida azucarada (glucosa). Normalmente, los niveles de GH deberían disminuir después de la ingesta de glucosa, pero niveles altos en el OGTT pueden indicar acromegalia.

5. Imágenes de la pituitaria :La resonancia magnética (MRI) de la glándula pituitaria a menudo se realiza para detectar la presencia de un tumor pituitario que pueda estar causando la acromegalia.

6. Prueba de campo visual :Esta prueba se realiza para evaluar la visión periférica de la persona. Los tumores pituitarios a veces pueden afectar los nervios ópticos y causar defectos en el campo visual.

7. Escaneo de densidad ósea (DEXA) :Se puede realizar una exploración DEXA para evaluar la densidad ósea y detectar osteoporosis, que es común en personas con acromegalia.

En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales, como pruebas hormonales especializadas, para confirmar el diagnóstico y descartar otras afecciones con síntomas similares.

Es importante tener en cuenta que las pruebas específicas utilizadas para diagnosticar la acromegalia pueden variar según los casos individuales y el proveedor de atención médica puede determinarlas según los síntomas y los hallazgos iniciales de la persona.