Magenta lleva el nombre de la Batalla de Magenta, que tuvo lugar en 1859 entre las fuerzas francesas y austriacas en la Guerra Franco-Austríaca. La batalla se libró cerca de la ciudad de Magenta, Lombardía, Italia, lo que dio nombre al color. El color se conoció por primera vez como "fucsina" cuando fue descubierto en 1856 por el químico francés Charles-Auguste de la Tour, pero pasó a llamarse "magenta" después de la batalla de 1859.