El antibiótico de tercera línea para las infecciones de oído en pediatría después de la amoxicilina y la augmentina suele ser una cefalosporina, como cefdinir, cefuroxima o ceftriaxona. El antibiótico específico elegido dependerá de la edad, el peso y las alergias conocidas del niño. Para infecciones graves o resistentes a otros antibióticos, se pueden administrar otros tipos de antibióticos. Por ejemplo, la levofloxacina es eficaz contra especies de pseudomonas.