¿Cómo se mantiene fresca el agua almacenada durante largos períodos de tiempo?
1. Elija los contenedores adecuados:
- Utilice recipientes de plástico aptos para uso alimentario y libres de BPA o recipientes de cristal. Evite recipientes con tapas que puedan corroerse u oxidarse.
2. Limpieza y saneamiento adecuados:
- Limpiar a fondo los envases antes del primer uso y posteriormente periódicamente.
- Utilice jabón lavavajillas suave y agua tibia para limpiar los recipientes.
- Higienizar los envases sumergiéndolos en una solución de lejía diluida (siga la proporción recomendada en el producto lejía) o hirviéndolos durante unos minutos.
3. Filtración:
- Si no está seguro de la pureza de su fuente de agua, puede considerar usar un sistema de filtración o un filtro de agua para eliminar las impurezas.
4. Prevenga la exposición a la luz solar:
- Guardar los recipientes de agua en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz solar directa.
- Los rayos ultravioleta (UV) pueden promover el crecimiento de microorganismos en el agua.
5. Compruebe la temperatura:
- Mantener los recipientes de agua en un ambiente con temperatura controlada.
- La temperatura ideal de almacenamiento es de alrededor de 40 a 60 °F (5 a 15 °C). Evite congelar o exponer el agua a calor extremo.
6. Compruebe si hay fugas:
- Inspeccionar periódicamente los contenedores para detectar posibles fugas o daños.
- Sellar herméticamente las tapas o tapones para asegurar un buen sellado.
7. Monitorear la calidad del agua:
- Comprobar periódicamente el sabor, olor y aspecto del agua almacenada.
- Si notas algún cambio o irregularidad, desecha el agua y limpia nuevamente los recipientes.
8. Rotación:
- Contar con un sistema de rotación del agua almacenada.
- Utilice primero recipientes de agua más viejos para garantizar un suministro fresco.
9. Mantenga los contenedores llenos:
- Evitar dejar excesivo espacio libre en los contenedores. Mantenerlos llenos reduce la exposición al aire y la posible contaminación microbiana.
10. Evite mezclar agua nueva con vieja:
- Agregar agua dulce al agua previamente almacenada puede introducir microorganismos. En su lugar, utilice el agua vieja antes de volver a llenar el recipiente.
11. Considere el tratamiento del agua a largo plazo:
- Opciones como las tabletas purificadoras de agua o el cloro líquido pueden ayudar a controlar el crecimiento microbiano en el agua almacenada.
Recuerde, el método específico que elija puede variar según su ubicación y la calidad del agua. Si tiene dudas sobre el almacenamiento de agua a largo plazo, siempre es una buena idea consultar con un experto en agua o con las autoridades pertinentes que puedan brindarle orientación adaptada a su situación específica.