Una enfermedad mortal es una enfermedad o afección grave que conlleva un alto riesgo de muerte. Las enfermedades mortales suelen ser crónicas o degenerativas, lo que significa que progresan con el tiempo y debilitan gradualmente los sistemas del cuerpo. Algunos ejemplos de enfermedades mortales incluyen cáncer, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes, insuficiencia renal e insuficiencia hepática. Estas enfermedades a menudo se asocian con disfunción fisiológica sustancial, insuficiencia orgánica o colapso sistémico, lo que conduce a una esperanza de vida más corta y una mayor probabilidad de muerte. El diagnóstico oportuno, la atención médica adecuada y los tratamientos de apoyo a veces pueden controlar o retardar la progresión de enfermedades mortales, mejorar la calidad de vida y, en algunos casos, lograr la remisión o la supervivencia a largo plazo. Sin embargo, ciertas enfermedades pueden considerarse incurables o terminales, lo que significa que eventualmente provocan la muerte del individuo a pesar de la intervención médica.