¿Cómo afecta la dispraxia al aprendizaje en el aula?

La dispraxia, también conocida como trastorno de coordinación del desarrollo (TDC), puede afectar el aprendizaje en el aula de varias maneras. A continuación se detallan algunos desafíos comunes que las personas con dispraxia pueden enfrentar en un entorno académico:

1. Dificultades de coordinación motora:

La dispraxia afecta principalmente a la coordinación y planificación motora. Los estudiantes con dispraxia pueden tener dificultades con las habilidades motoras finas, como escribir a mano, cortar y usar herramientas. También pueden tener dificultades con las habilidades motoras gruesas como correr, saltar y atrapar una pelota. Estos desafíos motores pueden afectar su capacidad para participar plenamente en actividades de educación física y tareas prácticas en el aula.

2. Dificultades con el trabajo escrito:

Debido a los desafíos de coordinación motora, los estudiantes con dispraxia pueden tener dificultades para escribir. Es posible que tengan una letra confusa o ilegible, que les cueste mantener el ritmo de la escritura durante las conferencias o al tomar notas, y que experimenten fatiga en las manos y los brazos cuando escriben durante períodos prolongados.

3. Desafíos organizacionales:

Las personas con dispraxia pueden tener dificultades para planificar, organizar y gestionar sus pertenencias. Es posible que les cueste mantener sus escritorios ordenados, encontrar sus materiales rápidamente y administrar su tiempo de manera efectiva. Esto puede generar dificultades para mantenerse al día con las tareas y los plazos.

4. Problemas de conciencia espacial:

La conciencia espacial y el procesamiento visual-espacial a menudo se ven afectados en la dispraxia. Los estudiantes pueden tener problemas para comprender mapas, cuadros y diagramas, y pueden tener dificultades con actividades que requieren razonamiento espacial, como geometría o experimentos científicos.

5. Desafíos sociales:

La dispraxia también puede afectar las interacciones sociales. A los estudiantes con dispraxia les puede resultar difícil participar en actividades grupales, deportes o juegos que requieran coordinación e interacción social. Es posible que se sientan frustrados y cohibidos por sus dificultades, lo que puede afectar su participación social y su autoestima.

6. Dificultades de lectura y escritura:

Algunas personas con dispraxia también pueden experimentar dificultades para leer y escribir, lo que se conoce como dislexia. Es posible que tengan dificultades con la fonética, la fluidez y la comprensión. Estos desafíos pueden afectar aún más su rendimiento académico.

7. Atención y Concentración:

Las dificultades de atención y concentración pueden estar asociadas con la dispraxia. A los estudiantes con dispraxia puede resultarles difícil mantener la concentración durante las lecciones, especialmente si implican tareas que requieren habilidades motoras complejas o procesamiento espacial.

8. Problemas emocionales y de comportamiento:

Las luchas y frustraciones que experimentan las personas con dispraxia pueden generar desafíos emocionales y de comportamiento. Es posible que se sientan ansiosos o frustrados por sus dificultades, lo que puede manifestarse como un comportamiento disruptivo o retraimiento.

Para apoyar a los estudiantes con dispraxia en el aula, los maestros pueden ofrecer adaptaciones y modificaciones, tales como:

- Ofrecer métodos alternativos para demostrar el aprendizaje, como presentaciones orales en lugar de trabajos escritos.

- Proporcionar tiempo extra para completar tareas que requieran coordinación motora.

- Utilizar tecnologías de asistencia para la escritura, como procesadores de texto o tabletas.

- Dividir tareas complejas en pasos más pequeños y manejables.

- Ofrecer ayudas visuales y diagramas para apoyar la comprensión espacial.

- Proporcionar oportunidades de actividad física y movimiento para mejorar la coordinación.

- Fomentar el apoyo de los compañeros y construir un ambiente positivo en el aula para aumentar la autoestima.

- Colaborar con padres, especialistas y servicios de apoyo para desarrollar planes educativos individualizados.

Al implementar estas estrategias, los educadores pueden ayudar a crear un entorno de aprendizaje inclusivo y de apoyo para los estudiantes con dispraxia, permitiéndoles superar sus desafíos y alcanzar su máximo potencial.