¿Estamos realmente hechos para hacer ejercicio?

Los humanos evolucionaron durante millones de años como cazadores-recolectores nómadas, en constante movimiento en busca de alimento y refugio. Esta forma de vida requería un alto nivel de actividad física, como caminar, correr, escalar, levantar objetos y cargar objetos. Nuestros cuerpos se adaptaron a estas demandas, desarrollando sistemas cardiovasculares, musculoesqueléticos y metabólicos eficientes que podían soportar un esfuerzo físico prolongado.

Adaptaciones anatómicas :

- El bipedismo (postura erguida) liberó nuestras manos para transportar objetos y aumentó la eficiencia al caminar y correr.

- Los pulgares oponibles y la capacidad de agarre precisa facilitaron el uso de herramientas.

- Las espinas largas y flexibles actuaban como amortiguadores durante la locomoción.

- Las pelvis anchas en las mujeres favorecieron el parto y la marcha eficiente.

- Las glándulas sudoríparas permitieron una regulación eficiente de la temperatura corporal durante actividades extenuantes.

Arquitectura muscular:

- Alta proporción de fibras musculares tipo I (de contracción lenta):Son resistentes a la fatiga y eficientes para actividades de resistencia.

- Músculos bien desarrollados en las piernas, la espalda y los hombros para la locomoción, el transporte y el uso de herramientas.

Sistema cardiovascular:

- Corazones grandes en relación con el tamaño corporal:Garantiza un flujo sanguíneo suficiente para el suministro de oxígeno y nutrientes durante el ejercicio.

- Los vasos sanguíneos se adaptan para dilatarse durante el ejercicio, mejorando la circulación a los músculos activos.

Metabolismo energético:

- Las células especializadas (mitocondrias) de los músculos convierten eficazmente los alimentos en energía ATP.

- Las vías bioquímicas complejas optimizan la descomposición de las grasas para obtener energía durante actividades prolongadas.

- Capacidad de almacenar y movilizar glucógeno (glucosa almacenada) en los músculos.

Adaptaciones neuronales:

- Coordinación entre grupos de músculos para producir movimientos complejos.

- Propiocepción:conciencia de la posición del cuerpo y la contracción muscular para el equilibrio y la coordinación.

- Aprendizaje motor y memoria.

Estas adaptaciones fisiológicas sugieren que los humanos estamos inherentemente diseñados para realizar una actividad física regular. Nuestra anatomía, metabolismo energético, sistema cardiovascular y control neuromotor indican una predisposición evolutiva hacia un estilo de vida activo.