¿Cuándo es aceptable utilizar la intervención física?

El uso de la intervención física sólo debe considerarse como último recurso, cuando todos los demás métodos de reducción de la tensión hayan fracasado y la seguridad de las personas esté inmediatamente en riesgo. Debe usarse de manera segura, controlada y proporcionada, y solo en la medida necesaria para evitar daños inminentes. A continuación se muestran algunos casos en los que la intervención física puede considerarse aceptable:

1. Autodefensa: Para protegerse a sí mismo o a otros de daños físicos inmediatos.

2. Prevención de daños: Para restringir a alguien que presenta un riesgo inminente de causar daño físico grave a sí mismo o a otros.

3. Prevenir la fuga: En situaciones en las que alguien intenta escapar de la custodia legal y representa un riesgo para la comunidad o para sí mismo.

4. Protección de personas vulnerables: Proteger a las personas que carecen de la capacidad de protegerse a sí mismas, como los niños o las personas con discapacidad.

5. Separar peleas: Separar a las personas involucradas en un altercado físico para evitar lesiones mayores.

6. Resistir acciones ilegales: Para impedir la comisión de un delito grave o para detener a alguien que esté incurriendo en un acto delictivo.

7. Cumplimiento de la autoridad legal: Hacer cumplir la ley y mantener el orden, según lo autorizado por los agentes del orden o el personal de seguridad.

8. Intervención médica: Proporcionar la atención o asistencia médica necesaria en situaciones en las que una persona no responde, está intoxicada o requiere atención médica inmediata.

9. Transporte para Evaluación: Para restringir a personas que se consideran un peligro para ellos mismos o para otros y necesitan ser transportadas para una evaluación de salud mental o tratamiento médico.

10. Intervención en crisis: Ayudar a las personas que experimentan una crisis de salud mental y representan un riesgo para ellos mismos o para otros, con el fin de prevenir daños y facilitar el tratamiento adecuado.

Es importante tener en cuenta que la intervención física siempre debe utilizarse como último recurso y sólo cuando sea absolutamente necesaria para proteger la seguridad y el bienestar de las personas involucradas. Debe llevarse a cabo respetando los derechos humanos, sin discriminación y de conformidad con las leyes y reglamentos pertinentes.