Hay evidencia que sugiere que los humanos prehistóricos participaron en diversas formas de prácticas curativas, pero es difícil determinar con certeza el alcance de su conocimiento y eficacia en el tratamiento de enfermedades. Algunos hallazgos arqueológicos indican que dentro de las comunidades prehistóricas existieron individuos designados como "curanderos" o chamanes. Es posible que estos individuos hayan utilizado técnicas médicas rudimentarias, remedios a base de hierbas y rituales espirituales para abordar afecciones médicas basadas en las creencias predominantes y la comprensión de la época. Sin embargo, es importante señalar que la medicina prehistórica estaba limitada por el conocimiento tecnológico y científico disponible durante ese período y probablemente era muy tosca en comparación con la medicina moderna.