¿Un análisis de orina detectará cálculos renales?

Los análisis de orina se pueden utilizar para detectar cálculos renales, pero no suelen ser la primera herramienta de diagnóstico que se utiliza. Un análisis de orina, que es una parte rutinaria de un examen físico, puede revelar la presencia de sangre, proteínas o cristales en la orina, lo que puede indicar la presencia de cálculos renales. Sin embargo, un análisis de orina por sí solo no puede diagnosticar definitivamente los cálculos renales, ya que estos hallazgos también pueden ser causados ​​por otras afecciones.

Una prueba más específica para detectar cálculos renales es la recolección de orina de 24 horas, que mide la cantidad de calcio, fosfato y otros minerales en la orina durante un período de 24 horas. Los niveles elevados de estos minerales pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos renales.

Las pruebas de imagen, como una ecografía o una tomografía computarizada, generalmente se utilizan para confirmar la presencia y el tamaño de los cálculos renales y para determinar su ubicación dentro del tracto urinario.

Si sospecha que puede tener cálculos renales, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.