La orina permanece en la vejiga hasta que el cuerpo se descompone. A medida que comienza la descomposición, el cuerpo libera varias sustancias químicas, incluida la urea, que hacen que la orina se descomponga y se vuelva turbia o decolorada. La orina también puede volverse más concentrada a medida que el cuerpo pierde líquidos. Con el tiempo, la orina será absorbida por el tejido circundante o se evaporará.