No, ser mordido por un animal rabioso no es la única forma de contraer rabia. Si bien es la forma más común de transmisión, la rabia también se puede transmitir a través del contacto con la saliva u otro material potencialmente infeccioso de un animal infectado. Esto puede ocurrir si un animal infectado lame una herida abierta o rasca a alguien, o si alguien entra en contacto con la saliva del animal a través de una mordedura u otros medios. Además, la rabia también se puede transmitir mediante trasplantes de órganos o accidentes de laboratorio que impliquen exposición al virus de la rabia.