Si bien la sarna y los piojos son insectos que pueden infestar a los humanos, no se conocen otras especies de insectos que sean capaces de reproducirse bajo el cuero cabelludo humano o vivir dentro del sistema humano. Los ácaros de la sarna se esconden debajo de la piel, causando picazón intensa e irritación de la piel, mientras que los piojos se adhieren a los tallos del cabello y se alimentan de sangre humana. Otros insectos, como pulgas, chinches y mosquitos, pueden picar o alimentarse de los humanos, pero no residen ni se reproducen en el cuerpo ni dentro del mismo.