La miel no se vuelve tóxica cuando se pone en agua caliente. Si bien es cierto que la miel puede perder algunas de sus enzimas y nutrientes beneficiosos cuando se calienta a altas temperaturas, no se vuelve tóxica. La miel se ha utilizado durante siglos en diversas aplicaciones culinarias y medicinales que involucran agua caliente, y no hay evidencia que sugiera que se vuelva tóxica en estas condiciones.