La Peste Negra, no la Peste Negra, fue la pandemia más mortífera de la historia de la humanidad, provocando la muerte de entre 75 y 200 millones de personas en Eurasia y alcanzando su punto máximo en Europa entre los años 1347 y 1351. En Inglaterra, se estima que la peste negra mató hasta la mitad de la población, aproximadamente 2 millones de personas. La plaga afectó especialmente a Londres y mató a unas 100.000 personas (alrededor de un tercio de la población de la ciudad) en sólo 18 meses.