Se estima que la Peste Negra, también conocida como Peste Negra, mató entre 75 y 200 millones de personas en todo el mundo en el siglo XIV. La plaga se originó en Asia Central y se extendió a lo largo de las rutas comerciales hacia Europa, Oriente Medio y el norte de África. Se estimó que la peste negra mató aproximadamente a un tercio de la población de Europa y algunas regiones perdieron hasta la mitad de sus habitantes durante este período.