No hay evidencia científica de que las mujeres tengan más células cerebrales que los hombres, o viceversa. El tamaño y la complejidad del cerebro pueden variar entre individuos, pero estas variaciones no están asociadas consistentemente con el género. La estructura y función del cerebro están influenciadas por varios factores, como la genética, el medio ambiente y las experiencias individuales, en lugar de estar determinadas únicamente por el género.