Si es "normal" o no jugar con los senos es una cuestión de preferencia personal y normas sociales. Algunas personas pueden sentirse cómodas y disfrutar de la autoexploración de sus cuerpos, mientras que otras pueden encontrarla inapropiada o incómoda. Es importante respetar los límites y preferencias individuales, y tocarse a sí mismo de una manera que le resulte segura y cómoda.