Cómo el ejercicio aumenta la capacidad del cuerpo para prevenir el cáncer
1. Mejora del sistema inmunológico :
El ejercicio regular puede mejorar la función de su sistema inmunológico. La actividad física aumenta la producción de células inmunitarias, como las células asesinas naturales y las células T, que desempeñan funciones cruciales en el reconocimiento y la eliminación de células anormales o cancerosas.
2. Reducción de la inflamación :
La inflamación crónica se asocia con un mayor riesgo de cáncer. El ejercicio tiene efectos antiinflamatorios y puede ayudar a reducir los niveles de marcadores inflamatorios en el cuerpo. Al reducir la inflamación, el ejercicio crea un entorno menos favorable para el desarrollo del cáncer.
3. Protección del ADN :
El ejercicio puede ayudar a proteger su ADN del daño. Los entrenamientos de alta intensidad pueden desencadenar una respuesta celular que activa los mecanismos de reparación del ADN, reduciendo el riesgo de mutaciones que pueden provocar cáncer.
4. Regulación hormonal :
La actividad física regular puede influir positivamente en los niveles hormonales. Por ejemplo, el ejercicio puede ayudar a regular los niveles de estrógeno en las mujeres, reduciendo el riesgo de ciertos cánceres relacionados con las hormonas, como el cáncer de mama y el de endometrio.
5. Sensibilidad a la insulina mejorada :
El ejercicio mejora la sensibilidad a la insulina, ayudando al cuerpo a regular los niveles de glucosa de forma eficaz. Los niveles altos de insulina se han relacionado con un mayor riesgo de ciertos cánceres, incluido el cáncer colorrectal. Al controlar la sensibilidad a la insulina, el ejercicio reduce este riesgo.
6. Control de peso :
El exceso de peso corporal se asocia con un mayor riesgo de padecer varios tipos de cáncer. El ejercicio regular ayuda a controlar el peso, ayudando a las personas a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de cánceres relacionados con la obesidad.
7. Reducción del estrés oxidativo :
El estrés oxidativo, un desequilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad del cuerpo para neutralizarlos, puede dañar el ADN y contribuir al desarrollo del cáncer. El ejercicio puede ayudar a mitigar el estrés oxidativo al aumentar la producción de antioxidantes.
8. Influencia de la microbiota intestinal :
La evidencia emergente sugiere que la microbiota intestinal desempeña un papel en el desarrollo del cáncer. El ejercicio regular puede tener un impacto positivo en la composición de la microbiota intestinal, promoviendo un entorno intestinal más saludable que puede reducir el riesgo de cáncer.
Es importante tener en cuenta que, si bien el ejercicio es una poderosa medida preventiva, debe combinarse con otros hábitos de vida saludables, incluida una dieta equilibrada, un sueño adecuado, control del estrés y exámenes de salud periódicos, para una prevención óptima del cáncer.
Consulte a un profesional de la salud antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicio, especialmente si tiene alguna condición de salud preexistente o es nuevo en la actividad física.