La tasa general de morbilidad materna grave resultante de la colocación de cerclaje fue baja, pero ocurrió en 45 de 749 pacientes (6,0%). En seis mujeres (0,8%) se produjo rotura uterina relacionada con el cerclaje, histerectomía o ambas. En 39 mujeres adicionales (5,2%) se produjo morbilidad infecciosa grave relacionada con el cerclaje que requirió tratamiento para endometritis, sepsis, absceso pélvico, infección del tracto urinario o infección de heridas que requirieron antibióticos intravenosos u hospitalización. En el análisis multivariado sólo la cicatriz uterina previa, la edad materna mayor de 35 años, la gestación única, la colocación de cerclaje de emergencia, el aborto quirúrgico previo y la anomalía uterina permanecieron asociados positivamente con el resultado compuesto de toda la morbilidad materna grave.