La bacteria que causa la fiebre tifoidea (Salmonella Typhi) vive principalmente en el tracto digestivo de los humanos. Una vez ingeridas, las bacterias colonizan el intestino delgado, donde se multiplican y causan inflamación y daño al revestimiento intestinal. Esta inflamación provoca los síntomas de la fiebre tifoidea, como fiebre alta, dolor abdominal, náuseas y diarrea.