Se cree que el origen de la tos ferina es antiguo, pero se desconoce su origen exacto. Se cree que se extendió ampliamente por Europa y Asia incluso antes del siglo I. El registro escrito más antiguo de la tos ferina se encuentra en un texto médico chino del siglo VI. Durante el siglo XVI, la tos ferina apareció en América, probablemente traída por exploradores y colonizadores europeos. El término "tos ferina" aparece por primera vez en inglés en 1658, y la bacteria que causa la enfermedad, *Bordetella pertussis*, fue identificada en 1906 por el bacteriólogo francés Jules Bordet y su colega Octave Gengou.