¿Prueba para mostrar irritación y cicatrización del esófago?

La prueba más utilizada para mostrar irritación y cicatrización del esófago es una endoscopia .

Una endoscopia es un procedimiento en el que se inserta en el esófago un tubo delgado y flexible con una cámara en el extremo. Esto le permite al médico visualizar directamente el revestimiento del esófago y buscar signos de irritación o cicatrización.

Además de la endoscopia, otras pruebas que pueden ayudar a diagnosticar la irritación y las cicatrices del esófago incluyen:

Serie gastrointestinal superior: Se trata de una serie de radiografías que pueden mostrar el interior del esófago, el estómago y el duodeno.

Manometría esofágica: Esta prueba mide la presión en el esófago para detectar problemas al tragar.

Biopsia: Esto implica tomar una pequeña muestra de tejido del esófago para examinarla con un microscopio.

Estas pruebas pueden ayudar a diagnosticar la causa de la irritación y las cicatrices esofágicas y determinar el mejor curso de tratamiento.