¿Cómo se reproducen los glóbulos rojos?
Las células madre hematopoyéticas de la médula ósea se diferencian y maduran hasta convertirse en glóbulos rojos a través de varias etapas, que incluyen:
1. Hemocitoblastos: Estas son las primeras células madre que pueden convertirse en todo tipo de células sanguíneas.
2. Progenitores mieloides comunes (CMP): Estas son células madre que pueden convertirse en células mieloides, incluidos los glóbulos rojos, las plaquetas y algunos tipos de glóbulos blancos.
3. Progenitores megacariocitos-eritroides (MEP): Se trata de células madre especializadas que pueden convertirse en glóbulos rojos o megacariocitos (que producen plaquetas).
4. Progenitores eritroides (EryP): Estas células están comprometidas a convertirse en glóbulos rojos y pasan por una serie de pasos de maduración, que incluyen:
- Proeritroblastos: Estos son precursores de glóbulos rojos en etapa temprana que comienzan a producir hemoglobina, la proteína transportadora de oxígeno en los glóbulos rojos.
- Eritroblastos: Los eritroblastos maduran aún más y sintetizan más hemoglobina. También comienzan a perder sus núcleos y otros orgánulos para volverse más eficientes en el transporte de oxígeno.
- Reticulocitos: Los reticulocitos son glóbulos rojos inmaduros que aún contienen restos de orgánulos celulares. Se liberan de la médula ósea al torrente sanguíneo y continúan madurando durante aproximadamente un día antes de convertirse en glóbulos rojos completamente funcionales.
5. Glóbulos rojos: Los glóbulos rojos maduros circulan en el torrente sanguíneo durante aproximadamente 120 días antes de descomponerse y ser eliminados de la circulación por el bazo y el hígado.
Una vez que los glóbulos rojos maduran, no se dividen ni se reproducen más. Más bien, se producen continuamente nuevos glóbulos rojos en la médula ósea para mantener un suministro constante y reemplazar los glóbulos rojos viejos o dañados.