¿Cómo surge la leucemia linfoblástica aguda?

El desarrollo de la leucemia linfoblástica aguda (LLA) implica una serie compleja de alteraciones genéticas que conducen al crecimiento y proliferación descontrolados de linfocitos inmaduros en la médula ósea y otros tejidos linfoides. Los mecanismos exactos que subyacen al desarrollo de la LLA todavía se están estudiando activamente, pero se han identificado varios factores clave:

1. Mutaciones genéticas: El cambio genético más común asociado con la LLA es la translocación de una porción del cromosoma 9 al cromosoma 22, lo que resulta en la formación del cromosoma Filadelfia. Esta translocación conduce a la fusión de dos genes, BCR y ABL, creando un gen híbrido BCR-ABL1 que produce una enzima tirosina quinasa desregulada. La proteína de fusión BCR-ABL1 altera las vías de señalización celular normales, promoviendo el crecimiento, la proliferación y la supervivencia celular, al tiempo que inhibe la apoptosis (muerte celular programada).

2. Otras anomalías cromosómicas: Además del cromosoma Filadelfia, se han encontrado otras anomalías cromosómicas en TODOS los casos, incluidas translocaciones, deleciones y duplicaciones. Estos cambios genéticos pueden afectar genes implicados en la regulación del ciclo celular, la apoptosis y la función inmune, contribuyendo al desarrollo de leucemia.

3. Susceptibilidad genética hereditaria: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar LLA debido a mutaciones heredadas o variaciones en ciertos genes. Estos factores genéticos pueden aumentar el riesgo de desarrollar LLA, pero no garantizan que una persona desarrollará la enfermedad.

4. Factores ambientales: Ciertos factores ambientales se han relacionado con un mayor riesgo de LLA, incluida la exposición a radiación ionizante, benceno y ciertos medicamentos de quimioterapia. Sin embargo, es importante señalar que estos factores no causan LLA en todos los casos y su papel aún se está investigando.

5. Disfunción del sistema inmunológico: Las anomalías en el sistema inmunológico pueden contribuir al desarrollo de ALL. Por ejemplo, las personas con ciertas inmunodeficiencias o aquellas que se han sometido a un trasplante de órganos tienen un mayor riesgo de desarrollar LLA.

Es importante señalar que la LLA es una enfermedad compleja y su desarrollo puede involucrar múltiples factores genéticos, ambientales e inmunológicos. Se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos subyacentes al inicio y la progresión de ALL.