¿Cómo te enferma la leucemia?
1. Crecimiento incontrolado de glóbulos blancos anormales:
La leucemia se caracteriza por la producción de glóbulos blancos anormales, que no son completamente funcionales y pueden multiplicarse sin control. Estos glóbulos blancos cancerosos se acumulan en la médula ósea, donde se producen las células sanguíneas, e interfieren con la producción de células sanguíneas sanas.
2. Función sanguínea deficiente:
a. Anemia: Las células cancerosas que se acumulan en la médula ósea inhiben la producción de glóbulos rojos, lo que provoca anemia. Los glóbulos rojos transportan oxígeno por todo el cuerpo y su deficiencia provoca un suministro insuficiente de oxígeno a los tejidos y órganos, lo que provoca fatiga, debilidad, dificultad para respirar y piel pálida.
b. Trombocitopenia: La leucemia también puede afectar la producción de plaquetas, responsables de la coagulación de la sangre. Los recuentos bajos de plaquetas aumentan el riesgo de sangrado excesivo y hematomas.
do. Leucopenia: Los glóbulos blancos cancerosos a menudo no funcionan eficazmente para combatir las infecciones, lo que provoca leucopenia o una disminución del número de glóbulos blancos sanos. Esto debilita el sistema inmunológico del cuerpo y aumenta la susceptibilidad a las infecciones.
3. Bazo e hígado agrandados:
Las células leucémicas pueden acumularse en el bazo y el hígado, provocando su agrandamiento. Este agrandamiento puede causar molestias en la parte superior del abdomen y también puede alterar el funcionamiento normal de estos órganos.
4. Dolor de huesos:
Las células leucémicas pueden infiltrarse en los huesos y provocar dolor óseo localizado. Esto puede ser particularmente común en la leucemia infantil y puede provocar molestias, movilidad reducida y deformidades óseas.
5. Afectación del sistema nervioso central:
En ocasiones, las células leucémicas pueden infiltrarse en las meninges, la cubierta protectora del cerebro y la médula espinal, provocando lo que se conoce como leucemia del sistema nervioso central (SNC). Esto puede provocar síntomas graves, como dolores de cabeza, convulsiones, vómitos y problemas neurológicos.
6. Pérdida de peso y fatiga:
La leucemia puede causar una pérdida de peso inexplicable y fatiga persistente debido al metabolismo anormal de las células cancerosas y la respuesta del cuerpo a la enfermedad.
7. Fiebre:
La fiebre leve persistente es común en la leucemia como resultado de la respuesta del cuerpo para combatir infecciones a los glóbulos blancos anormales.
8. Tendencias al sangrado:
Las células anormales y la deficiencia de plaquetas pueden provocar una mayor tendencia a sangrar, incluso por lesiones menores. En las mujeres, puede producirse un sangrado prolongado o excesivo en las encías, la nariz o durante la menstruación.
9. Riesgo de infección:
La cantidad reducida de glóbulos blancos sanos aumenta el riesgo de desarrollar infecciones graves y recurrentes. Las personas con leucemia pueden experimentar episodios frecuentes de neumonía, infecciones del tracto urinario o infecciones de la piel.
10. Insuficiencia orgánica:
En casos avanzados de leucemia, la acumulación de células cancerosas y la función comprometida de la médula ósea y otros órganos pueden provocar fallas multiorgánicas y complicaciones potencialmente mortales.
Es esencial tener en cuenta que los síntomas específicos y la gravedad de la enfermedad pueden variar según el tipo de leucemia, la etapa de la enfermedad y las respuestas individuales. La leucemia es una enfermedad compleja y variable, y se debe buscar tratamiento con prontitud para controlar la afección de forma eficaz y mejorar el bienestar general.