¿Cómo afecta el alcohol al hígado?
1. Hígado graso (esteatosis) :
El consumo de alcohol puede provocar la acumulación de grasa en el hígado, provocando hígado graso o esteatosis. Con el tiempo, la acumulación excesiva de grasa puede afectar la función hepática.
2. Hepatitis alcohólica :
El consumo prolongado y excesivo de alcohol puede provocar hepatitis alcohólica, caracterizada por inflamación del hígado y daño a las células del hígado. Esta inflamación provoca disfunción hepática, ictericia (color amarillento de la piel y los ojos) y dolor abdominal.
3. Fibrosis :
El consumo crónico de alcohol provoca cicatrices en el hígado, conocidas como fibrosis. A medida que el daño a las células del hígado se produce repetidamente, el hígado intenta repararse a sí mismo, lo que resulta en la formación de tejido cicatricial. Con el tiempo, la fibrosis puede afectar la función hepática.
4. Cirrosis :
La cirrosis es la forma más grave de daño hepático causado por el alcohol. Ocurre cuando el tejido cicatricial reemplaza el tejido hepático sano, lo que provoca un deterioro de la función hepática y complicaciones como retención de líquidos, hemorragia interna y una mayor vulnerabilidad a las infecciones. La cirrosis suele ser irreversible y puede provocar insuficiencia hepática e incluso la muerte.
5. Enfermedad hepática alcohólica (ALD) :
El término enfermedad hepática alcohólica (ALD) abarca la gama de daños hepáticos causados por el alcohol, incluidos el hígado graso, la hepatitis alcohólica, la fibrosis y la cirrosis. Es una enfermedad progresiva que empeora con el consumo continuado de alcohol.
6. Función hepática deteriorada :
A medida que se produce daño hepático, se ve comprometida la capacidad del hígado para realizar funciones esenciales. Esto puede afectar la desintoxicación, el metabolismo, la producción de bilis y el almacenamiento de nutrientes, lo que provoca diversos problemas de salud.
7. Enzimas hepáticas elevadas :
El consumo excesivo de alcohol puede aumentar los niveles de enzimas hepáticas, como la alanina aminotransferasa (ALT) y la aspartato aminotransferasa (AST), en el torrente sanguíneo. Las enzimas hepáticas elevadas indican daño e inflamación del hígado.
8. Cáncer de hígado :
El consumo crónico de alcohol se asocia con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de hígado, particularmente carcinoma hepatocelular (CHC). El alcohol puede dañar el ADN y contribuir al desarrollo de células cancerosas en el hígado.
9. Función inmune deteriorada :
El consumo de alcohol puede afectar la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones, aumentando el riesgo de desarrollar infecciones y más daño hepático.
Los efectos del alcohol en el hígado se pueden prevenir o revertir si se suspende el consumo de alcohol antes de que se produzca un daño sustancial. Es fundamental que las personas con trastornos por consumo de alcohol busquen ayuda profesional y se comprometan con la sobriedad para evitar problemas hepáticos graves.