El líquido verdoso que se produce en el hígado se llama bilis. Es un componente vital del proceso de digestión, ayudando a descomponer las grasas y absorber las vitaminas liposolubles. La bilis se compone de agua, sales biliares, colesterol, bilirrubina y otros productos de desecho. Se produce en el hígado y luego se almacena en la vesícula biliar, donde se concentra y se libera cuando es necesario en el intestino delgado.