¿El término cirrosis significa cicatrización?
En la cirrosis, el hígado sufre un proceso de fibrosis y cicatrización. Esto sucede como resultado del intento del cuerpo de reparar el daño causado por la inflamación y las lesiones crónicas. El tejido cicatricial altera la estructura normal del hígado, incluido el flujo sanguíneo y la arquitectura de las células del hígado. Esto conduce a un deterioro de la función hepática, una disminución de la producción de proteínas esenciales y bilis y, finalmente, insuficiencia hepática si la enfermedad no se trata o revierte.
El proceso de cicatrización en la cirrosis suele ser irreversible, por lo que se considera una afección grave y progresiva. La cirrosis puede provocar diversas complicaciones, entre ellas hipertensión portal (aumento de la presión en los vasos sanguíneos del hígado), acumulación de líquido en el abdomen (ascitis), hinchazón de las piernas y los pies (edema), deterioro de la función cerebral (encefalopatía hepática) y un mayor riesgo de cáncer de hígado.
El diagnóstico temprano y el tratamiento de la causa subyacente de la cirrosis son cruciales para prevenir o ralentizar la progresión de la enfermedad y sus complicaciones. Las opciones de tratamiento pueden incluir medicamentos, modificaciones en el estilo de vida y, en ocasiones, trasplante de hígado en casos graves.