¿Por qué la gente tiene cáncer?

La causa precisa del cáncer no siempre es sencilla y puede implicar una combinación de factores. Comprender el desarrollo del cáncer requiere examinar las complejas interacciones entre las mutaciones genéticas, las influencias ambientales y las elecciones de estilo de vida. Estas son las razones clave por las que las personas pueden desarrollar cáncer:

1. Mutaciones Genéticas:

- Mutaciones genéticas heredadas:algunos individuos heredan mutaciones genéticas específicas de sus padres, lo que aumenta el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Estas mutaciones hereditarias pueden vincularse a genes que controlan el crecimiento celular, la reparación del ADN y la supresión de tumores.

- Mutaciones genéticas adquiridas:Durante la vida de una persona, el ADN puede acumular mutaciones debido a diversos factores, incluida la exposición a carcinógenos, el envejecimiento y errores en la replicación del ADN. Estas mutaciones adquiridas pueden provocar un crecimiento celular anormal y potencialmente la formación de cáncer.

2. Factores ambientales:

- Exposición a carcinógenos:Ciertas sustancias conocidas como carcinógenos pueden dañar el ADN y aumentar el riesgo de cáncer. Estos carcinógenos pueden estar presentes en el humo del tabaco, la radiación ultravioleta del sol o de las camas solares, los productos químicos utilizados en determinadas ocupaciones y algunos contaminantes industriales.

- Agentes infecciosos:algunos virus, bacterias y parásitos pueden provocar o contribuir al desarrollo del cáncer. Ejemplos notables incluyen el virus del papiloma humano (VPH), el virus de la hepatitis B (VHB) y ciertas cepas de bacterias como Helicobacter pylori.

3. Factores de estilo de vida:

- Consumo de tabaco:Fumar cigarrillos, puros o pipas es una de las principales causas de cáncer. El humo del tabaco contiene numerosos carcinógenos que pueden dañar las células pulmonares y contribuir al desarrollo de cáncer de pulmón, así como de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga y páncreas.

- Mala alimentación:una dieta consistentemente baja en frutas, verduras y cereales integrales se ha asociado con un mayor riesgo de ciertos cánceres, incluidos el cáncer colorrectal, el cáncer de estómago y el cáncer de pulmón. Por el contrario, una dieta rica en fibra, antioxidantes y fitoquímicos puede tener efectos protectores.

- Falta de actividad física:Estar físicamente inactivo o sedentario puede contribuir a varios problemas de salud, incluida la obesidad, que está relacionada con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, como el cáncer de mama, el cáncer de endometrio y el cáncer colorrectal.

- Consumo excesivo de alcohol:El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede aumentar el riesgo de sufrir cánceres de hígado, boca, garganta, esófago y mama. El consumo de alcohol daña el ADN y contribuye a la inflamación crónica, los cuales pueden promover el desarrollo del cáncer.

4. Factores hormonales y reproductivos:

- Terapia de reemplazo hormonal (TRH):el uso prolongado o en dosis altas de ciertas terapias de reemplazo hormonal, particularmente aquellas que involucran estrógeno y progesterona, puede aumentar marginalmente el riesgo de cáncer de mama y cáncer de endometrio. Sin embargo, el riesgo asociado a la TRH tiene matices y depende de varios factores, por lo que la consulta con un profesional sanitario es fundamental.

- Historia menstrual y reproductiva:Ciertas experiencias reproductivas, como la menarquia temprana (inicio de la menstruación), la menopausia tardía, la nuliparidad (no haber dado a luz) y un menor número de embarazos a término, pueden influir en el riesgo de ciertos cánceres reproductivos, como el de mama. Cáncer y cáncer de endometrio.

Es importante señalar que el desarrollo de cáncer no siempre se debe a un solo factor. A menudo, interactúan múltiples factores y algunas personas pueden ser más susceptibles debido a su composición genética o circunstancias únicas de su estilo de vida. Comprender estos factores de riesgo puede ayudar en las estrategias de prevención del cáncer y fomentar elecciones de estilos de vida saludables. Los exámenes periódicos, la detección temprana y la atención médica adecuada también son esenciales para gestionar eficazmente el riesgo de cáncer.