¿Por qué el cáncer de piel es más común en personas de piel clara?

Hay varias razones por las que el cáncer de piel es más común en personas de piel clara:

1. Protección de la melanina:La melanina es un pigmento que le da color a la piel. Actúa como protector solar natural al absorber la radiación ultravioleta (UV) del sol. Las personas de piel clara tienen menos melanina en comparación con aquellas con tonos de piel más oscuros, lo que las hace más susceptibles al daño de los rayos UV.

2. Sensibilidad al sol:Las personas de piel clara son más sensibles a la luz solar y se queman fácilmente. Las quemaduras solares, especialmente si son graves y frecuentes, pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel.

3. Factores genéticos:la genética juega un papel en el desarrollo del cáncer de piel. Algunas personas de piel clara pueden tener mutaciones genéticas que las hacen más propensas al cáncer de piel, como mutaciones en genes implicados en los mecanismos de reparación del ADN.

4. Exposición acumulada al sol:Las personas de piel clara que tienen un historial de exposición excesiva al sol a lo largo de su vida, ya sea por actividades al aire libre, trabajo o bronceado recreativo, tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel. Esto se debe a que el daño de los rayos UV se acumula con el tiempo.

5. Color de ojos y cabello:las personas con piel clara, ojos de color claro (azul, verde, avellana) y cabello rojo o rubio tienden a tener menos melanina y tienen más probabilidades de tener una predisposición genética al cáncer de piel.

6. Producción reducida de vitamina D:si bien la exposición al sol es necesaria para la producción de vitamina D, la exposición excesiva al sol sin la protección adecuada puede aumentar el riesgo de cáncer de piel. Las personas de piel clara pueden necesitar menores cantidades de exposición al sol para producir suficiente vitamina D en comparación con aquellas con tonos de piel más oscuros.

Es importante que todos, independientemente del tono de piel, practiquen medidas de protección solar para reducir el riesgo de cáncer de piel, incluido el uso regular de protector solar, evitar las horas pico de sol, usar ropa y sombreros protectores y buscar sombra cuando esté al aire libre. La detección temprana y los controles cutáneos periódicos realizados por un dermatólogo también son cruciales para detectar el cáncer de piel en una etapa temprana y tratable.