Cómo funcionan las pruebas de cáncer genómico
- Identificar el tipo y estadio de un tumor.
- Determinar si es probable que un tumor responda a ciertos tratamientos.
- Predecir el pronóstico de un tumor.
- Identificar objetivos potenciales para la terapia personalizada.
- Detectar determinadas mutaciones genéticas que pueden aumentar el riesgo de desarrollar determinados tipos de cáncer
- Seleccionar los ensayos clínicos más adecuados en los que participar
¿Cómo se realizan las pruebas de cáncer genómico?
- pruebas de ADN Analizar el ADN de un tumor para identificar cambios en la secuencia de nucleótidos (los componentes básicos del ADN) o en la estructura de los cromosomas.
- pruebas de ARN Analizar el ARN (una molécula que se transcribe a partir del ADN) de un tumor para identificar cambios en la expresión genética.
Perfil tumoral Es un tipo integral de prueba de cáncer genómico que puede identificar una amplia gama de alteraciones genéticas, incluidas mutaciones, amplificaciones (cuando un gen específico está presente en múltiples copias), deleciones (cuando falta una sección de ADN) y translocaciones (cuando dos o más cromosomas se reordenan).
Pruebas de cáncer dirigidas centrarse en un conjunto específico de genes que se sabe que se alteran con frecuencia en un determinado tipo de cáncer, lo que los hace más rentables y más rápidos que la elaboración de perfiles genómicos de tumores.
¿Cómo se interpretan los resultados de las pruebas de cáncer genómico?
Los resultados de las pruebas de cáncer genómico son interpretados por un equipo de expertos que incluye patólogos moleculares, genetistas y oncólogos. Comparan las alteraciones genéticas identificadas en el tumor de un paciente con bases de datos existentes sobre alteraciones genéticas del cáncer para determinar su importancia y su posible impacto en el tratamiento.
En conclusión, las pruebas genómicas del cáncer proporcionan información valiosa que puede ayudar a guiar las decisiones de tratamiento, optimizar los resultados clínicos, predecir el pronóstico y detectar posibles factores de riesgo. Son una herramienta esencial en la era de la medicina personalizada contra el cáncer.