¿Qué pasa cuando estornuda demasiado?

Estornudar demasiado puede causar varios problemas y molestias:

1. Irritación nasal: Los estornudos excesivos pueden irritar los tejidos nasales y provocar dolor, sequedad e inflamación.

2. Dolor facial: Los estornudos repetitivos pueden tensar los músculos alrededor de la nariz, las mejillas y la frente, lo que provoca dolor facial o dolores de cabeza.

3. Sangrados nasales: Los estornudos frecuentes pueden hacer que los pequeños vasos sanguíneos de la nariz revienten y provoquen hemorragias nasales.

4. Presión sinusal: Los estornudos excesivos pueden empeorar la presión y el dolor de los senos nasales, especialmente si son causados ​​por alergias o infecciones.

5. Mareos o aturdimiento: Los estornudos intensos pueden provocar una caída repentina de la presión arterial, provocando mareos o aturdimiento.

6. Distensión muscular: Los estornudos repetitivos pueden tensar los músculos del cuello, los hombros y la espalda, provocando dolor e incomodidad.

7. Sueño interrumpido: Los estornudos frecuentes durante la noche pueden alterar los patrones de sueño, provocando fatiga y somnolencia diurna.

8. Problemas oculares: Los estornudos excesivos pueden ejercer presión sobre los ojos, provocando lagrimeo, enrojecimiento o incluso visión borrosa.

9. Incontinencia: En algunos casos, los estornudos intensos pueden provocar incontinencia urinaria, especialmente en personas mayores o con músculos débiles del suelo pélvico.

10. Propagación de infecciones: Si el estornudo es causado por una infección, un estornudo excesivo puede propagar los gérmenes y aumentar el riesgo de infectar a otras personas.

Es importante abordar la causa subyacente de los estornudos excesivos para prevenir estas complicaciones. Es recomendable consultar a un profesional de la salud si los estornudos son frecuentes, intensos o van acompañados de otros síntomas. Pueden determinar la causa y recomendar tratamientos o remedios adecuados para reducir el malestar y prevenir mayores complicaciones.