¿Cómo saber si eres alérgico a los lácteos?
Los síntomas de una alergia a los lácteos pueden variar de persona a persona y pueden variar de leves a graves. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
* Problemas digestivos, como hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento.
* Problemas de la piel, como urticaria, eccema o acné.
* Problemas respiratorios, como asma, sibilancias o dificultad para respirar.
* Problemas nasales, como secreción nasal, congestión o estornudos.
* Problemas oculares, como ojos llorosos, enrojecimiento o hinchazón.
* Anafilaxia, una reacción alérgica grave y potencialmente mortal que puede provocar una caída repentina de la presión arterial, dificultad para respirar y pérdida del conocimiento.
Si cree que puede ser alérgico a los lácteos, es importante consultar a un médico para recibir diagnóstico y tratamiento. Su médico puede recomendarle realizar una prueba cutánea de alergia o un análisis de sangre para confirmar la alergia.
Tratamiento para la alergia a los lácteos
No existe cura para la alergia a los lácteos, pero se puede controlar evitando todos los productos lácteos. Esto significa leer atentamente las etiquetas de los alimentos y evitar cualquier alimento que contenga leche, queso, mantequilla, yogur u otros ingredientes lácteos.
Si accidentalmente ingiere algo que contenga lácteos, puede experimentar síntomas de una reacción alérgica. Si sus síntomas son graves, llame al 911 o vaya a la sala de emergencias de inmediato. Si sus síntomas son leves, puede tratarlos con antihistamínicos de venta libre, como Benadryl o Claritin.
Vivir con alergia a los lácteos
Vivir con alergia a los lácteos puede ser un desafío, pero hay muchos recursos disponibles para ayudarlo a controlar su afección. Hay muchos alimentos sin lácteos disponibles en las tiendas y también puede encontrar recetas de comidas sin lácteos en línea. También hay grupos de apoyo y organizaciones disponibles para ayudarlo a conectarse con otras personas que tienen alergias a los lácteos.