Si bien los ojos llorosos pueden ser un síntoma de alergias como la fiebre del heno, también existen otras causas posibles. Algunas otras causas de ojos llorosos incluyen exposición a irritantes, infección o inflamación del ojo o de las estructuras circundantes, conductos lagrimales bloqueados y ciertas afecciones médicas. Si tiene ojos llorosos persistentes o intensos, siempre es mejor consultar a un oftalmólogo para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.