¿Por qué la memoria se ve afectada por la demencia senil?

La demencia senil, a menudo utilizada como sinónimo de la enfermedad de Alzheimer, afecta negativamente a la función de la memoria debido a varios factores:

Placas A-beta y ovillos de tau :La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la presencia de placas de beta amiloide (A-beta) y ovillos de tau en el cerebro. Las placas A-beta se forman por la acumulación de proteínas beta amiloides fuera de las células nerviosas, mientras que los ovillos de tau son hebras retorcidas de una proteína llamada tau que se acumulan dentro de las células nerviosas afectadas. Estas formaciones anormales dificultan la comunicación entre las neuronas y provocan funciones cognitivas deterioradas, incluida la pérdida de memoria.

Pérdida de neuronas :El hipocampo, una región del cerebro vital para la formación y consolidación de la memoria, se ve gravemente afectado en la demencia senil. La degeneración y la pérdida de células nerviosas (neuronas) ocurren dentro del hipocampo, lo que lleva a una disminución de la capacidad para aprender nueva información y recuperar recuerdos almacenados.

Cambios en los niveles de neurotransmisores :Los neurotransmisores son mensajeros químicos que facilitan la comunicación entre las células cerebrales. En la demencia senil, hay una alteración en el funcionamiento y los niveles de neurotransmisores esenciales como la acetilcolina, la serotonina y la dopamina. Estos desequilibrios contribuyen aún más a los problemas de memoria.

Cambios estructurales en regiones del cerebro :Los estudios de neuroimagen en personas con demencia senil han revelado cambios en la estructura y el tamaño de varias regiones del cerebro asociadas con la memoria, como el hipocampo y los lóbulos temporales. En particular, el volumen del hipocampo tiende a disminuir con la progresión del deterioro cognitivo.

Inflamación :Se cree que la inflamación persistente dentro del cerebro desempeña un papel importante en la neuropatología de la demencia senil. Se cree que los procesos inflamatorios en curso contribuyen al daño neuronal y al deterioro de los circuitos neuronales implicados en la memoria.

Vale la pena mencionar que la demencia senil afecta no sólo a la memoria sino también a otras funciones cognitivas y actividades diarias, lo que la convierte en un trastorno neurodegenerativo altamente debilitante.