¿Cómo se tratan los aneurismas?
1. Observación: Algunos aneurismas pequeños y no rotos pueden ser adecuados para una estrecha vigilancia sin intervención inmediata. Esto implica controles periódicos y estudios de imágenes para controlar el crecimiento o la estabilidad del aneurisma.
2. Gestión Médica: Se pueden recetar medicamentos para controlar los factores de riesgo asociados con los aneurismas, como la presión arterial alta, el colesterol alto y dejar de fumar. Se pueden recomendar anticoagulantes o antiplaquetarios para reducir el riesgo de que se formen coágulos de sangre dentro del aneurisma.
3. Espiral endovascular: Este procedimiento mínimamente invasivo implica insertar un catéter delgado en una arteria y guiarlo hasta el sitio del aneurisma. Luego se liberan espirales dentro del aneurisma para estimular la coagulación y reforzar el área debilitada.
4. Injerto de stent endovascular: Una endoprótesis cubierta es una estructura metálica cubierta por un material de tela. Se inserta en una arteria y se coloca a través del aneurisma para sostener la pared debilitada del vaso sanguíneo y desviar el flujo sanguíneo del aneurisma.
5. Recorte quirúrgico: En el clipaje quirúrgico, un neurocirujano coloca un clip o pinza de metal directamente en el cuello del aneurisma para bloquear el flujo sanguíneo hacia el aneurisma y evitar su ruptura.
6. Envoltura quirúrgica: Esta técnica consiste en envolver el aneurisma con un material similar a una malla para proporcionar soporte externo y reducir el riesgo de ruptura.
7. Bypass quirúrgico: En ciertos casos, se puede realizar una cirugía de bypass para redirigir el flujo sanguíneo alrededor del aneurisma a través de un vaso sanguíneo recién creado.
La decisión sobre la mejor opción de tratamiento generalmente la toma un equipo de profesionales de la salud, incluidos neurocirujanos, radiólogos intervencionistas y cardiólogos, que consideran las circunstancias individuales del paciente y las características específicas del aneurisma.